El rencor y el resentimiento son emociones desagradables que suelen sentirse directamente en el corazón. Son sentimientos que surgen cuando alguien ofende, hiere o maltrata a otra persona.
Salir de esos estados emocionales se vuelve complicado cuando no se cuenta con las estrategias adecuadas. Además, estas emociones no solucionan ningún problema, en cambio, solo producen negatividad, infelicidad y sufrimiento.
Si no sabes cómo eliminar el rencor y el resentimiento, sigue leyendo, y así sabrás cómo dar este gran paso en tu vida. La idea es que no te quedes anclado en el pasado, sino que aprendas a reorientar tus emociones.
¿Qué es tener resentimiento hacia una persona?
El resentimiento es un sentimiento de enfado o indignación generado por una ofensa que alguien cometió hacia ti. Dicha ofensa puede ser directa (infidelidad, insulto, falta de respeto…) o indirecta (indiscreción, falta de apoyo, ignorancia…). Es decir, es sentir decepción cuando alguien no actúa de la forma como tú esperabas.
El resentimiento suele aparecer cuando el presunto agresor no se da cuenta de que hizo daño, no empatiza o no pide disculpas por la ofensa. Es aquí cuando se genera una gran incomodidad interior, que suele incrementarse por los pensamientos repetitivos que reviven el episodio ofensivo. Si el resentimiento no se supera, dará paso al rencor y al odio.
Cómo quitar el rencor, la ira y el resentimiento
Deshacerte del resentimiento, la ira y el rencor no es tarea fácil, pero tampoco es imposible. No quiere decir que nunca te vayas a molestar por una ofensa, sino que debes cerrar los ciclos para que puedas avanzar. Ahora, veamos algunos consejos para que sepas cómo eliminar el odio de tu corazón:
- Busca la objetividad. Analiza por qué sientes tanto odio y resentimiento, qué llevó a esa persona a actuar así y si realmente quiso ofenderte. Esto es necesario para que reflexiones desde la razón y no desde la emoción.
- Exprésate. Es conveniente que te comuniques con el agresor para tratar de solventar la situación. Si ves que no quiere hablar contigo, puedes usar otro medio de comunicación como cartas y mensajes. Así liberas tu alma de la sensación negativa.
- Comprende. Existen situaciones que no dependen de ti. No puedes controlar todo, pero sí la forma en que como dejas que te afecten las acciones de los demás.
- Empatiza. Trata de ponerte por un momento en el lugar del agresor. Tal vez tuvo un mal día, o quizás estaba pasando por un mal momento, o, en definitiva, nunca quiso ofenderte. Este es una estrategia muy asertiva para deshacerse de la rabia acumulada.
- Intercambia los papeles. Piensa qué hubieses sentido si el agresor fueses tú. Esta es una buena manera para activar las neuronas espejo y poner en práctica la autoaceptación. Además, es una útil práctica para dejar fluir el resentimiento y el rencor.
- La técnica de la fotografía y la silla vacía. Si la persona que te causó daño ya no está, utiliza una silla vacía o una fotografía para expresarle lo que sientes. Háblale como si estuviera presente y así podrás sacar el rencor y pasar la página de una vez por todas.
- No siempre se puede tener la razón. A veces es realmente conveniente olvidar lo sucedido, así hayas tenido la razón. Vale más la tranquilidad interior que ganar una batalla.
- Piensa en lo positivo. Todos los seres tienen algo positivo. Busca virtudes de la personalidad del agresor para que te centres en sus fortalezas y en las cosas negativas que puede tener. Esto es un buen ejercicio para superar la rabia que tengas hacia una persona.
- Lo que pasó, ya pasó. Nunca vas a poder cambiar el pasado, lo que sí podrás es centrarte en mejorar el presente. Si el daño que recibiste fue muy grave, lo mejor es que te apartes de esa persona y no te conviertas en un resentido.
- Acepta y deja ir. No importa el comportamiento destructivo de una persona. Tú eres quien debe tomar el control de tus emociones, es decir, minimiza la influencia que poseen las cosas del exterior sobre tu equilibrio emocional. Acepta lo ocurrido, perdona y sana ese odio.
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¿Es lo mismo la ira que el rencor?
La ira es una emoción furtiva que aparece ante determinadas situaciones, pero que no es persistente. Por su parte, el rencor se genera cuando surge el resentimiento. Es decir, cuando la persona tiende a “resentir”, mediante la repetición de pensamientos que buscan revivir la sensación de ira que pudo haber experimentado.
Esto quiere decir que el rencor tiene un matiz duradero, que produce mayores consecuencias destructivas en la actitud y en las emociones de las personas. Mientras que la ira es pasajera y se puede controlar mediante la inteligencia emocional.
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Recomendaciones finales
Existe la creencia arraigada de que aquel que hace daño merece un castigo. No obstante, ese tipo de pensamiento lo único que consigue es hacer más vulnerable tu paz interior y obstaculizar el flujo de las emociones negativas.
Es importante que decidas romper con los ciclos tóxicos en tu vida. Empezar por el control de la ira es un buen punto de partida.
Para erradicar el rencor y el resentimiento, no puedes estar reviviendo lo sucedido una y otra vez. Toma la decisión y empieza a salir de ese ciclo de inmediato. Mira hacia adelante.
La persona que te ha causado el resentimiento no es quien sufre, sino tú. Entonces, sé un poco egoísta por tu propio bienestar. Por ende, piensa en ti y en cuidar tus emociones, tal como lo harías con tus propios seres queridos.
Respira profundo, medita, práctica algún ejercicio, en fin, aplica los consejos que te hemos dejado para que sanes esa herida y dejes correr el veneno.
Por último, acepta que no todas las personas juegan un papel importante en tu vida. Todo esto te ayudará a cerrar esa etapa y encontrarte con un mundo más positivo, en donde puedas mirar hacia atrás sin que la incomodidad o el malestar te dominen.
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