¿Alguna vez te ha sucedido que tomas una decisión y, aunque quieres convencerte de que hiciste lo correcto, no te sientes del todo bien?
Este tipo de situaciones es más común de lo que crees. Suceden porque se presenta un conflicto entre lo que se piensa y siente, con relación a cómo se actúa, y por más excusas que busques, no consigues el equilibrio interno que necesitas.
A esto se le conoce como disonancia cognitiva, y en el siguiente apartado trataremos de explicar esta teoría psicológica detalladamente.
¿Qué significa disonancia cognitiva?
La teoría de la disonancia cognitiva fue planteada por primera vez en el año 1957 por el reconocido psicólogo de origen estadounidense León Festinger. En ella, el autor propone que una persona puede sentir malestar o tensión cuando su acción es contraria a su sistema de creencias y pensamientos.
En otras palabras, los individuos sienten la necesidad de que exista armonía entre tres factores fundamentales: creencias, costumbres y actuación. Cuando una de estas entra en conflicto con las demás, se produce la disonancia cognitiva, lo cual no es más que un “malestar psicológico” al cuestionar lo que se cree como lógico o cierto.
La importancia y lo revolucionario de los planteamientos de Festinger, han logrado que actualmente la disonancia cognitiva forme parte activa de la teoría social en psicología. De hecho, es ampliamente utilizada en áreas para fomentar la motivación, cambios actitudinales y hasta para la toma de decisiones. Su finalidad es hacer que la persona esté consciente de estas incoherencias, para que no se vea arrastrada hasta un estado de desequilibrio interior.
Para explicar mejor y con detalles la teoría de la disonancia cognitiva, veamos algunos ejemplos ilustrativos que suelen ocurrir con mucha frecuencia en la vida cotidiana.
Ejemplos de disonancia cognitiva
Un ejemplo muy común de la disociación cognitiva es el siguiente:
Imagina que te has propuesto empezar a ahorrar a partir del mes pasado. Pasó el primer mes y conseguiste tu meta, acumulando la cantidad que tenías calculada.
Luego, al segundo mes ocurren las rebajas del black friday, y te pasas por los comercios solo para dar un rápido vistazo a lo que está disponible en cuanto a ropa y calzado de temporada. En ese momento piensas que las ofertas están increíbles y los modelos bellísimos.
Pero, por otra parte, recuerdas tu meta de ahorro mensual. Viene a tu mente que te has trazado un objetivo, y que debes mantener el ritmo para lograr la cantidad que te propusiste.
Lo piensas varias veces. Y al final, compras algo que te gustó. Entonces, justo al terminar de hacerlo, es donde empieza el remordimiento por tu acción. Nace la sensación de no haber hecho lo que era correcto. A la vez, surgen los pensamientos tipo: “bueno, necesitaba la ropa”, “además, no estaba tan caro”, “el mes que viene ahorro el doble y así me equilibro”, etc.
Es decir, empiezas a contradecirte para tratar de sentirte mejor y encontrar la coherencia cognitiva. Sientes la necesidad de equilibrarte en la toma de decisiones, pues a pesar de que hiciste lo que querías (aprovechar las rebajas), se contradecía con lo que pensabas (ahorrar).
Como este tipo, existen muchos otros ejemplos de disonancia cognitiva en una empresa, en el marketing, en el trabajo y hasta en el amor.
¿Cuándo se produce el autoengaño con la disociación cognitiva?
La disonancia cognitiva ocurre con mucha frecuencia. Más de lo que te imaginas. Es común que en el día a día tu mente trate de calmarte y hasta autoengañarte para hacerte creer o convencerte de que todo está bien. De hecho, su intención es decirte que lo que hiciste no “estuvo tan mal”.
Esta acción tiene como finalidad crear un estado de coherencia cognitiva interna para que equilibres tu bienestar emocional.
Por eso, la Teoría de la consistencia cognitiva de Festinger plantea que la disociación puede ocurrir cuando hay cierta libertad de opciones, y existen al menos 2 alternativas entre las cuales puedes discernir.
La finalidad es que crees cierta conciencia que te ayude a vivir con mayor integridad. Para lograrlo puedes decidir entre varias alternativas reales como:
- Alterar tu esquema de creencias.
- Cambiar los hábitos y lograr un cambio de actitud.
- Buscar nueva información que te ayude a ampliar tus esquemas mentales.
León Festinger establece también en su theory of cognitive dissonance que el individuo hace muchos intentos conscientes para reducir la disonancia cognitiva y evitar los malestares que esta le provoca. Es aquí cuando se produce una fina línea de separación entre la mentira y la disociación cognitiva.
Los defensores de la teoría, como el caso del psicólogo Kurt Lew en sus terapias grupales, han demostrado que las mentes acostumbradas a la manipulación con mentiras, se refugian en la aceptación de una mentira como una verdad, para reducir la disonancia cognitiva y para aplacar el conflicto interno. Hay que tener cuidado con estos estados.
Efectos de la Disonancia Cognitiva: Cómo la Teoría de Festinger Explica el Autoengaño
Efectos de la Disonancia Cognitiva | Ejemplos |
---|---|
1. Cambio de actitudes | – Una persona fuma a pesar de saber que es dañino para la salud. Para reducir la disonancia, podría minimizar la percepción del riesgo. |
2. Búsqueda de consistencia cognitiva | – Un individuo que se considera a sí mismo como ecológicamente consciente, pero continúa usando productos no sostenibles, podría buscar información que justifique sus acciones. |
3. Cambio de creencias | – Alguien que ha invertido mucho tiempo y dinero en una carrera que no le satisface podría convencerse de que realmente le gusta su trabajo. |
4. Reducción de la disonancia | – Una persona que compra un producto costoso y luego encuentra defectos en él podría tratar de minimizar los problemas o justificar la compra como una inversión a largo plazo. |
¿Cómo superar la disonancia cognitiva?
Cuando la disonancia se convierte en un motivo de análisis y autorreflexión, no es negativa. Al contrario, conduce a una fase de autoexploración de tu sistema de valores y creencias, que te ayudarán fortalecer y a modificar lo que sea conveniente.
El problema surge cuando pasa a ser un “autoengaño funcional” para justificar conductas contradictorias.
Un ejemplo clásico de esto es el de los fumadores. Quienes sabiendo que su hábito los conducirá irremediablemente a sufrir de una enfermedad lenta y dolorosa, siguen fumando.
Ellos se “autoengañan” o tratan de justificarse con los típicos pensamientos minimalistas y consolatorios, como por ejemplo: “de que vale vivir si no se va a disfrutar”.
Otro típico ejemplo, es el caso de la disonancia cognitiva en el amor. A lo largo de la vida se construyen esquemas de valores jerarquizados que responden a nuestro entorno y vivencias.
Si alguno de ellos no se respeta, como, por ejemplo, la fidelidad, se entra en una fase de tensión interna, en donde la única forma de superarla es convenciéndote de que hiciste lo que debías, o que lo que hiciste tenía sentido. Es decir, utilizas el autoengaño a tu favor.
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Disonancia cognitiva: Conclusiones
Vale destacar que es habitual que a diario estemos sometidos a distintas situaciones que generen disonancia cognitiva. A menudo nos trataremos de convencer del lado positivo de nuestras acciones para poder avanzar.
Lo importante es que se mantenga la coherencia entre lo que se piensa y lo que se hace, puesto que algunas acciones no podrán ser modificadas, dejando consecuencias buenas o malas.
La disonancia cognitiva no se puede considerar buena o mala, sino que se debe aprovechar a nuestro favor para detectarla y mejorar individualmente.
Referencias bibliográficas
- Festinger, L. (1962). Cognitive Dissonance. Scientific American. https://www.holaebook.com/book/leon-festinger-teora-de-la-disonancia-cognoscitiva.html
- Ovejero, A. La teoría de la disonancia cognoscitiva. Psicothema, vol. 5, núm. 1, 1993, pp. 201-206. Universidad de Oviedo, España.
- Rosero, C ( 2015). La disonancia cognitiva como factor motivador en las decisiones del consumidor. https://www.redalyc.org/pdf/5045/504550661005.pdf
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