¿Acaso te has preguntado alguna vez, por qué un tipo de música en particular evoca emociones placenteras? ¿Qué hace se produzcan sensaciones fuertes cuando escuchas esa parte de tu canción favorita?
La música es un conjunto de sonidos sucesivos que son captados por los oídos —y sus componentes internos—para después ser transformado en impulsos eléctricos y llevados a distintas áreas del cerebro asociadas con la recompensa y el placer.
Cuando escuchas tu canción favorita, tu corazón empieza a latir más rápido, tu respiración se acelera, percibes una sensación agradable en el interior (cosquilleos), ocurre un cambio de conductancia en la piel que provoca esos escalofríos tan anhelados, además, la sangre se desvía hacia las piernas y los músculos se activan…
Todo esto ocurre, quizás, para que te conectes y comiences a moverte rítmicamente con la canción que estés escuchando.
Pero ¿por qué ocurre ese clímax acústico con pocas canciones y no con todas en general?
La respuesta está estrechamente relacionada con las vivencias personales, con la cultura y hasta por la estructura de una pieza en particular.
Es decir, lo que a ti te emociona, no necesariamente le tiene que cautivar a los demás. Y eso es lo apasionante de vivir como sociedad. Es por eso que cuando encontramos a alguien con la misma afinidad por la música, logramos conectar de una manera más emotiva y sincera.
Sin la música, la vida sería un error
— Friedrich Nietzsche (Crepúsculos de los idolos)
¿Por qué la música influye en nuestras emociones?
La música es una expresión artística que logra conectar emocionalmente con las personas. Los impulsos eléctricos captados por el sistema auditivo son transmitidos hacia zonas del cerebro relacionadas con el placer y la recompensa.
De hecho, escuchar una música agradable se compara internamente a ese efecto que se produce cuando comes chocolate o comes algo que te produzca placer.
Por lo tanto, es obvio considerar que la música influye en las emociones y, por lo tanto, en el estado anímico.
Conociendo un poco más a las emociones, sabemos que son reacciones intrínsecas causadas por diversos mensajeros internos. La palabra emoción deriva del latín “emotion”, que se traduce como “moverse” “reaccionar”, “agitarse”.
Así que en el cerebro ocurre una interpretación de esos sonidos acústicos y se le da un sentido en el lenguaje de las emociones.
¿Qué partes del cerebro se activan con la música?
La música está más conectada con las partes primitivas del cerebro. Antes se creía que, como el hemisferio izquierdo era racional, la música resonaba solo en la parte derecha de los hemisferios, y eso no es así.
Una canción logra activar muchas zonas del cerebro, incluido el sistema límbico, que está relacionado con los procesos de la motivación, la emoción, el aprendizaje y la memoria.
La música y el sistema motor
Escuchar música no solo recluta las áreas auditivas, sino que también activa redes neuronales a gran escala.
Por ejemplo, las áreas motoras también se emplean al procesar la música, por lo que se demuestra la relación que posee el movimiento con las melodías.
Algo que ya habrás puesto en evidencia cuando te mueves rítmicamente mientras suena tu canción favorita.
La música y la memoria
Además, el vínculo de la música y la memoria no es debatible. Si escuchas una canción que sea significativa para ti, puedes representar ese momento como un viaje al pasado en una máquina del tiempo.
Gracias a la música, accedes a esa parte inconsciente de tus recuerdos almacenados en la memoria implícita.
Descubre aquí 👉🏻 El poder de la música en el cerebro: secretos desconocidos
¿Cómo nos emocionamos en esa parte favorita de una canción?
Un artículo publicado en la revista Neuroscience aclara cómo logramos emocionarnos en esos momentos de clímax de una canción.
El experimento fue registrado con equipos de imágenes avanzadas como la resonancia magnética y la tomografía de emisión de positrones basada en ligandos, por lo cual se logró un obtener un retrato exacto y detallado del efecto de la música en el cerebro.
La imagen mostró una liberación de dopamina por parte de las neuronas ubicadas en la región dorsal y ventral del cerebro.
Véase: cómo aumentar la dopamina de forma natural
Pero lo que verdaderamente sorprendió del experimento, fue que una zona del cerebro, asociada con la anticipación de la recompensa, mostró una fuerte actividad unos 15 segundos antes de que sonará la parte favorita de los participantes.
Repertorio que incluía una variedad de temas desde tango hasta techno.
Esa fase de anticipación, significaba un adelanto al estímulo que generaba un clímax acústico — Algo que resultaba un poco confuso de comprender para los investigadores.
Pero viendo esa reacción desde el punto de vista de los patrones de la música, se llegó a entender que si una canción mostraba ritmos predecibles y repetitivos, casi por seguro iba a resultar aburrida.
En cambio, si existe una ruptura de patrón y se crea una expectativa en el individuo, en ese punto, se logra evocar el placer acústico conocido como esa “típica sensación de escalofríos“.
Al fin y al cabo, las neuronas dopaminérgicas se adaptan con rapidez a las recompensas predecibles. Por lo tanto, si logras saber con antelación lo que va a ocurrir, no te emocionarás.
Así que los expertos compositores hacen lo siguiente:
Ellos introducen una nota clave al inicio de la canción, pasan la mitad del tiempo de la pieza evitando ese patrón inicial, y después lo repiten solo hasta el final.
Entre más tiempo se te restringe ese patrón, el resultado será una mayor liberación de emoción de tu parte en el momento que se muestre de nuevo.
Mientras algunos creen que las emociones y sentimientos provocados por una canción es debido a un significado connotativo, otros expertos le atribuyen ese poder a la estructura propia de la melodía.
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En ese sentido, un tiempo rápido generará miedo e ira, y un tiempo lento tristeza y serenidad. Aunque también existen otros modificadores como verás en la siguiente tabla:
| Característica estructural | Definición | Emociones asociadas |
| Tiempo | La velocidad o el ritmo de una pieza musical. | Tempo rápido: emoción, ira. Tempo lento: tristeza, serenidad. |
| Modo | El tipo de escala | Tonalidad mayor: alegría, alegría. Tonalidad menor: tristeza. |
| Volumen | La fuerza física y la amplitud de un sonido. | Intensidad, poder o ira |
| Melodía | La sucesión lineal de tonos musicales que el oyente percibe como una sola entidad. | Complementando armonías: alegría, relajación, serenidad. Armonías chocantes: excitación, enfado, disgusto. |
| Ritmo | El patrón o ritmo que se repite regularmente de una canción | Ritmo suave / constante: felicidad, paz. Ritmo brusco / irregular: diversión, malestar. Ritmo variado: alegría. |
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