El apego es una de las vinculaciones emocionales –y mentales- más fuertes que desarrolla el ser humano. Muchas personas asocian su felicidad a una pareja, a los objetos, ideas o incluso hasta los sentimientos. Lo que causa una sensación de vacío cuando el motivo del apego crea una distancia o se aleja por completo.

De acuerdo al budismo, para alcanzar la felicidad es necesario “soltar” los apegos materiales o emocionales. Solo así, se abrirá la puerta para que el universo ofrezca lo mejor de él y consigas la plena felicidad.

Pero es más fácil decirlo que hacerlo.

Desprenderse es una de las cosas más difíciles para el ser humano. De hecho, la memoria se aferra a lo que genera emociones, las cuales en su momento pudieron ser positivas, pero que no siempre son beneficiosas para el equilibrio emocional.

Por eso, para la filosofía budista practicar el desapego es una de las claves de la felicidad.

¿Qué dice el Budismo sobre el DESAPEGO?

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Para el budismo, el desapego es no depender de nada ni nadie para ser felices. Se trata de ser autónomos y no esclavos de la presencia de los demás —o de lo material— para experimentar la felicidad. Es decir, mediante el desapego vives sin miedo, porque aprendes a relacionarte con las emociones o las personas, sin necesidad de sufrimiento. Además, esto te aleja de la ansiedad.

El desapego es esencial, porque es un camino de renuncia que obliga a confiar en las propias potencialidades y capacidades. No se trata de no amar o dejar de sentir pasión. Al contrario, es comprender el mundo tal como es, para desligarse del deseo y enfocarse en la autonomía emocional.

Mientras que el apego o aferramiento es sinónimo de miedo e inseguridad, el desapego significa autonomía y libertad para vivir con más fuerza cada momento.

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5 CLAVES para practicar el Desapego según la Cultura Budista

El desapego material y emocional son prácticas esenciales que debes aplicar para trascender en la vida. De hecho, el budismo señala que la ropa, la vivienda, los amigos y hasta los afectos son factores transitorios que vienen y van, los cuales no constituyen tu propio YO.

Veamos algunas claves que, según la cultura budista, ayudan a practicar el desapego:

01 Toma conciencia

El primer paso es “aceptar el apego”. No confundas esto con conformismo o resignación, sino con la toma de conciencia de tus emociones. Es darte cuenta de que solo haces falta “tú” para ser feliz. Es decidir dejar atrás el miedo y la inseguridad para empezar a sentir la vida tal y como es. Así verás la realidad exacta, dejando a un lado las expectativas de los demás.

02 Hazte responsable por ti

Una de las formas más efectivas de aplicar la ley del desapego es asumiendo la responsabilidad de tu existencia. Nadie más es responsable de tu propia felicidad, solo tú. Por eso, evita depositar tu bienestar en otros. Tu tranquilidad no depende de un empleo o de un coche, solo tiene que ver con tus valores, criterios y expectativas de vida. Toma de una vez las riendas de tu existencia.

03 Acepta la realidad y el presente

Las personas suelen aferrarse a lo que fue, bien sea a alguna pérdida o a un recuerdo de algo bonito que ya no está. Estos apegos hacen olvidar lo más importante: la realidad y el presente. Es importante que aprendas a valorar lo que tienes. Toma en cuenta que las decisiones que tomes hoy serán determinantes para el mañana. Suelta, deja ir y así tendrás una vida más plena.

04 Vive y deja vivir

No quiere decir que no ames o que no recibas amor, sino que aprendas a aceptar los límites y la individualidad de cada quien. Nadie es dueño de nadie. Tu pareja, tus hijos, familia y amigos son seres independientes. Sé feliz viéndolos desarrollarse como seres capaces de tomar sus propias decisiones, pero siempre desde el marco del respeto, el amor y la libertad.

05 Reconoce y acepta las pérdidas

Tarde o temprano todo se acaba. El mundo es un constante cambio. Las personas morirán, el amor se puede terminar, los hijos crecerán, en fin, de un momento a otro todo cambia.

Por tanto, debes asumir la idea de la pérdida, del cambio y de la transformación. La vida se trata de eso, de un continuo movimiento, y mientras más rápido aprendas a practicar el desapego, serás más feliz con tu presente.

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Beneficios de vivir SIN un Apego Físico ni Emocional

La filosofía budista dice que el apego es una de las principales causas del sufrimiento humano. Por ello, vivir sin apegos es sinónimo de libertad. Es sustituir un dolor innecesario por uno que te ayude a crecer como ser humano. Además, otorga muchos otros beneficios como por ejemplo:

Conoces tus propias capacidades. Es decir, te ayuda a descubrir tu propia fuerza interior para avanzar y asumir nuevos retos.

Sustituyes el sufrimiento por aprendizaje. El desapego no libera del dolor, sino que sirve de guía para reconocer las emociones internas y aprender de ellas.

Enfrentarás los cambios. Podrás evaluar el dolor que sientes, saber cuál es su origen y así sanar, lo cual te ayudará a enfrentar los cambios para asumirlos con mayor inteligencia emocional.

Verás los problemas como oportunidades. Para el budismo, cada obstáculo conlleva un aprendizaje, y el desapego ayuda a ver los beneficios de cada situación, sea buena o mala.

Equilibrarás tu mente. Ya que sabrás manejar asertivamente cada oportunidad de la vida.

Tu vida será tuya. Tendrás la oportunidad de valorar tus capacidades para saber de qué eres capaz sin depender de nadie.

Encontrarás verdaderos motivos para ser feliz. Ya no tendrás que aferrarte a nada ni a nadie para encontrar la felicidad.

Serás independiente. No dependerás de nadie, amarás cuando quieras y a quien quieras. Eso te convierte en un ser autónomo y libre.

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Por último, el desapego no es tirar todos los sentimientos por la ventana, sino que es una liberación de las emociones tóxicas dependientes. Se trata de reforzar lo positivo para llenar tu existencia de plenitud y felicidad.